Un agujero negro supermasivo parece crecer como una estrella bebé
Comunicados de Prensa

Un agujero negro supermasivo parece crecer como una estrella bebé

20 Junio, 2024 / Tiempo de lectura: 4 minutes

Artículo científico

¿Cómo se vuelven tan grandes los agujeros negros supermasivos? Un equipo internacional de astrónomos y astrónomas ha descubierto un poderoso viento magnético giratorio que creen que está ayudando a crecer el agujero negro supermasivo central de una galaxia.

La mayoría de las galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, tienen un agujero negro supermasivo en su centro. Cómo crecen estos agujeros negros sigue siendo un misterio para la comunidad astronómica. Un equipo científico optó por estudiar la galaxia relativamente cercana ESO320-G030, ubicada a sólo 120 millones de años luz de la Tierra. Esta galaxia es muy activa y forma estrellas diez veces más rápido que la Vía Láctea.

El equipo midió la luz de las moléculas transportadas por los vientos desde el núcleo de la galaxia, con la esperanza de rastrear su origen en el agujero negro supermasivo. Se utilizó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para estudiar esta luz, procedente de las longitudes de onda de las moléculas de cianuro de hidrógeno (HCN), escondidas dentro de gruesas capas de polvo y gas.

ALMA pudo ver detalles y rastrear movimientos en el gas, y descubrió patrones que sugieren la presencia de un viento giratorio magnetizado. Mientras que otros vientos y chorros en el centro de las galaxias empujan el material lejos de su núcleo, el equipo científico cree que este viento recién descubierto alimenta al agujero negro para ayudarlo a crecer.

Este proceso es similar a un entorno de escala mucho más pequeña en el espacio: los remolinos de gas y polvo que conducen al nacimiento de nuevas estrellas y planetas. “Está bien establecido que las estrellas, en las primeras etapas de su evolución, crecen con la ayuda de vientos giratorios, acelerados por campos magnéticos, como el viento en esta galaxia. Nuestras observaciones muestran que los agujeros negros supermasivos y las estrellas diminutas pueden crecer mediante procesos similares, pero en escalas muy diferentes”, dice Mark Gorski, autor principal de esta investigación y miembro del Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica de la Universidad Northwestern, y también afiliado al Departamento de Espacio, Tierra y Medio Ambiente de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia).

Información adicional

Esta investigación fue publicada en la revista Astronomy & Astrophysics.

Este comunicado de prensa fue adaptado de noticias compartidas por la Universidad Tecnológica de Chalmers y por la Universidad Northwestern. El comunicado de prensa original fue publicado por el Observatorio Radioastronómico Nacional de los Estados Unidos (NRAO), socio de ALMA en nombre de América del Norte.

El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (NSTC), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).

La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.

Imagen

Con la ayuda de campos magnéticos, un viento en espiral ayuda a crecer el agujero negro supermasivo en la galaxia ESO320-G030. En esta ilustración, el núcleo de la galaxia está dominado por un viento giratorio de gas denso que sale del agujero negro supermasivo (oculto) en el centro de la galaxia. Los movimientos del gas, rastreados por la luz de las moléculas de cianuro de hidrógeno, se han medido con ALMA. Crédito de la imagen: M. D. Gorski/Aaron M. Geller, Northwestern University, CIERA, el Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica.
Con la ayuda de campos magnéticos, un viento en espiral ayuda a crecer el agujero negro supermasivo en la galaxia ESO320-G030. En esta ilustración, el núcleo de la galaxia está dominado por un viento giratorio de gas denso que sale del agujero negro supermasivo (oculto) en el centro de la galaxia. Los movimientos del gas, rastreados por la luz de las moléculas de cianuro de hidrógeno, se han medido con ALMA. Crédito de la imagen: M. D. Gorski/Aaron M. Geller, Northwestern University, CIERA, el Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica.

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