Las galaxias Antena (también conocidas como NGC 4038 y 4039) son un dúo de galaxias espiral en colisión y con formas distorsionadas que están a unos 70 millones de años-luz de distancia, en la constelación de Corvus (el Cuervo). Esta imagen combina observaciones realizadas por ALMA durante la etapa de pruebas y observaciones en longitudes de onda de luz visible hechas con el telescopio espacial Hubble de la NASA y ESA.
La imagen del Hubble es la más precisa que se haya captado de este objeto y sirve de referencia en términos de resolución. ALMA realiza observaciones en longitudes de onda mucho más largas, con lo cual es más difícil obtener imágenes tan nítidas. Sin embargo, cuando el conjunto de ALMA esté construido, su capacidad de resolución será diez veces superior a la del Hubble.
La mayor parte de las observaciones de prueba de ALMA usadas para crear esta imagen se hicieron utilizadando solo doce antenas -menos de las que se usarán para las primeras observaciones científicas- y con separaciones mucho menores entre ellas, por lo cual no es más que un atisbo de lo que está por venir. A medida que el observatorio crezca y se vayan incorporando nuevas antenas, aumentará exponencialmente la precisión, eficiencia y calidad de sus observaciones. Aun así, esta es la mejor imagen que se haya obtenido de las galaxias Antena en ondas submilimétricas, lo que marca un hito en la exploración del Universo submilimétrico.
Mientras que la observación en luz visible (representada principalmente en azul en esta imagen) permite detectar estrellas recién formadas en las galaxias, ALMA revela objetos imposible de observar en esa longitud de onda, como lo son las densas nubes de gas frío donde se forman las estrellas. Las observaciones de ALMA (representadas aquí en rojo, rosado y amarillo) se realizaron en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas específicas para detectar la presencia de moléculas de monóxido de carbono en nubes de hidrógeno -invisibles en otras longitudes de onda-, donde se forman las estrellas.
Se descubrieron concentraciones masivas de gas no solo en el corazón de ambas galaxias, sino también en la caótica zona donde entran en colisión. Allí, la cantidad de gas supera en miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, lo que constituye una rica reserva de material para las futuras generaciones de estrellas. Este tipo de observaciones serán vitales para comprender cómo las colisiones de galaxias pueden provocar el nacimiento de estrellas. Este es solo un ejemplo de cómo ALMA revela partes del Universo que no pueden ser observadas por los telescopios ópticos e infrarrojos.
Créditos: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO). Imagen en luz visible: telescopio espacial Hubble de NASA/ESA.
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