Un equipo internacional de médicos e investigadores realizó un estudio sobre las consecuencias que genera el trabajo a gran altura geográfica, donde el cuerpo es sometido a un déficit de oxígeno, una condición médica conocida como hipoxia, en ALMA. La altitud extrema del observatorio, de 2.900 metros sobre el nivel del mar para el OSF y de 5.000 metros de altitud para el AOS, lo convierte en un laboratorio natural para este tipo de investigaciones, que son de gran utilidad tanto para ALMA como para otras faenas en altura. Crédito: Iván López - ALMA (NRAO/NAOJ/ESO)
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