Fibra óptica
El medio de transmisión de datos utilizado por ALMA es la fibra óptica. Gracias a ésta no sólo se transmiten los datos astronómicos, sino que se realizan todas las comunicaciones del observatorio así como los procesos necesarios para la recepción de datos de las antenas y es también por donde fluye el láser del Oscilador Local (LO por su sigla en inglés; ver capítulo subsiguiente)
La fibra se extiende por el desierto de Atacama, desde cada base de antena hasta el Correlacionador y desde el OSF hasta el AOS. Se estima que hay más de mil kilómetros de fibra óptica instalada para el funcionamiento del observatorio.
Fundaciones de las antenas
Las antenas se colocan en plataformas de concreto (bases o pads) especialmente diseñadas para garantizar su ubicación y orientación. Existen 192 bases de forma triangular distribuidas en el llano de Chajnantor. Las antenas se conectan a las bases en tres puntos ubicados en los vértices de cada triángulo, a las cuales se fijan.
Estas fundaciones están equipadas con dos bóvedas que contienen la fuente de poder (electricidad), la comunicación, el oscilador local (LO) y los cables de transmisión de datos que se conectan una vez que la antena se coloca sobre la base.
Osciladores locales (LO y LO2)
Uno de los procesadores más potentes del mundo trabaja a una frecuencia máxima de 5 GHz, sin embargo, las frecuencias recibidas por ALMA desde el Universo empiezan en los 30 GHz, llegando en su máxima capacidad a recibir 950 GHz. Para poder procesar estas señales, se utilizan los osciladores locales que, bajo el Principio Heterodino, reducen la frecuencia recibida desde el espacio a una que pueda ser procesada, en este caso entre los 2 y los 4 GHz. Por eso ALMA posee dos osciladores por cada antena: uno en el Front End y otro en el Back End.